A Julián le gustan tanto las sirenas?
	Se imagina convirtiéndose en una de
	ellas, nadando y jugando con los peces.
	Entonces, mientras su abuela se
	da un baño, él se las ingenia para disfrazarse
	de una hermosa sirena.
	Julián se coloca las hojas de una
	planta a modo de frondosa cabellera.
	Le añade unas flores. Se pinta los labios
	frente al espejo y, por último, con
	una cortina se fabrica una elegante
	cola de sirena.
	Cuando su abuela sale del baño se queda atónita. Julián se asusta. Piensa
	que está enfadada, que quizá lo regañe, que no está bien lucir como una sirena...
	Pero su abuela lo sorprende regalándole un collar para completar su
	atuendo. Luego lo lleva a una tradicional fiesta de Carnaval. Allí desfila junto a
	pulpos, medusas, peces de distintos colores y, por supuesto, sirenas, muchas
	sirenas como él.
	Estamos ante un álbum con un texto mínimo, pero con un despliegue de ilustraciones
	desbordantes de color y profundo significado.
	Una historia contada con sobriedad y sensibilidad, que arroja los estereotipos
	femeninos y masculinos por tierra (¿no debería un niño disfrazarse de tiburón
	o pez espada y una niña de sirena?).
	Un libro que no juzga ni condena, que respeta el deseo de cada uno a ser lo
	que sueña y elije, sin estigmatizarlo.
	Una lección de apertura hacia la diversidad, un ejemplo de tolerancia y de
	amor.
	Muy recomendable para leer en familia, reflexionar y dialogar con los hijos en
	Carnaval o en cualquier época del año? y de la vida